El ejercicio regular es increíblemente eficaz para prevenir muchas enfermedades crónicas, cardiovasculares y degenerativas.
Los beneficios físicos de la actividad deportiva
El ejercicio regular es increíblemente eficaz para prevenir muchas enfermedades crónicas, cardiovasculares y degenerativas.
El deporte fortalece el corazón y regula la tensión arterial
La actividad física regular mejora y regula el funcionamiento del sistema cardiaco, reduciendo drásticamente todos los factores de riesgo cardiovascular. En efecto, uno de los principales beneficios del deporte es que mejora el funcionamiento del sistema cardiovascular, optimizando la circulación sanguínea mediante la vasodilatación de los vasos sanguíneos. Con el entrenamiento, el corazón latirá más lentamente en reposo y, por lo tanto, se cansará menos. La reducción de la resistencia durante la circulación sanguínea también provocará un descenso de la tensión arterial.
El deporte puede reducir hasta 50% la hipertensión arterial y los niveles de colesterol "malo", además de regular los niveles de azúcar en sangre, reduciendo así el riesgo de diabetes. Con el tiempo, ayuda a que el corazón sea más fuerte y se fatigue menos durante el esfuerzo físico. Además, el ejercicio regular fortalece el músculo cardiaco y fluidifica la sangre, evitando la formación de coágulos. Mantener el corazón fuerte y sano durante mucho tiempo tiene muchas ventajas.
El deporte aumenta el capital óseo
La activación del organismo estimulará la acción de las células en su función de construcción ósea. Esta regeneración fortalecerá sus huesos y prevendrá la osteoporosis.
Por regla general, entre los 35 y los 50 años perdemos entre 7% y 12% de nuestra masa ósea. La actividad física regular es beneficiosa para mejorar la densidad ósea. Este fortalecimiento de los huesos y los músculos es muy recomendable para limitar la aparición de enfermedades crónicas como la lumbalgia, el reumatismo inflamatorio, la osteoporosis y la artritis. Las actividades en las que se soporta peso (caminar, correr, tenis, patinaje en línea, etc.) y el levantamiento de pesas (por ejemplo) son las mejores para fortalecer los huesos.
El deporte ayuda a mantener la masa muscular
La actividad deportiva aumenta la fuerza, la resistencia y el volumen muscular, por lo que ayuda a prevenir lesiones y diversos tipos de dolor de cadera, rodilla y espalda. Todos ellos beneficios importantes para un envejecimiento saludable.
El deporte previene los problemas articulares
El ejercicio regular favorece la nutrición y la movilidad del cartílago, previniendo el dolor articular y la artrosis.
El deporte favorece la digestión
Además de hacer más agradable la comida y mejorar el apetito, la práctica del deporte favorece la digestión y es un remedio eficaz contra el estreñimiento.
El deporte te ayuda a respirar mejor
Practicar deportes de resistencia como el ciclismo o la natación ayuda a aumentar la capacidad pulmonar, lo que a su vez contribuye a combatir los problemas de asma.
El deporte te da una figura esbelta y tonificada
El ejercicio regular le ayudará a quemar calorías y facilitará así la pérdida de peso. Para adelgazar, lo mejor son los deportes cardiovasculares como la natación, el ciclismo, la elíptica o el running. En cambio, si quieres tonificar tu cuerpo, es mejor que practiques deportes con un fuerte componente muscular, como la danza, la gimnasia, el pilates, el cross-training, etc. Y lo que es mejor, realizar entrenamientos de intervalos de alta intensidad (como el HIIT) te ayuda a construir músculo a la vez que quemas grasa.
Los beneficios mentales de la actividad deportiva
Los beneficios de la actividad deportiva no se limitan a la mejora de la forma física. Según el Institut national de santé publique du Québec, la actividad física puede tener una serie de efectos beneficiosos para la mente.
El deporte transmite una sensación de bienestar general
Todos conocemos esa sensación que nos invade después de una intensa sesión de deporte. Nos sentimos agotados... pero también completamente relajados y serenos. Esta sensación está relacionada con el hecho de que la actividad física aumenta el nivel de serotonina en la sangre, un neurotransmisor cerebral que favorece la relajación y el buen humor. También aumenta la secreción de endorfinas, hormonas euforizantes de la misma familia que la morfina.
Bienestar tanto físico como mental, gracias a la secreción de hormonas como la endorfina, que genera una verdadera sensación de placer, a veces incluso de euforia. De hecho, a menudo ocurre que, una vez que se ha practicado lo suficiente, ya no se puede prescindir del deporte. Entonces, como si se tratara del efecto de una droga, se siente la necesidad de reencontrar ese estado de bienestar que acompaña al esfuerzo físico.
El deporte, un desestresante de calidad
El deporte tiene un efecto calmante gracias a las endorfinas, sustancias producidas por nuestro cerebro. Además, permite despejar la mente y olvidar las preocupaciones cotidianas.
Como resultado de la acción de las endorfinas y de esta sensación general de bienestar, los niveles de estrés y ansiedad se reducen significativamente al participar en actividades deportivas. El ejercicio también favorece el sueño. Induce a la fatiga física y conduce a la relajación mental, lo que se traduce en un descanso nocturno más reparador. El ejercicio cardiovascular es la forma más eficaz de aumentar la calidad del sueño profundo de ondas lentas, la fase más importante para la recuperación física.
En este periodo de inestabilidad y adaptación, aprovechemos todos los beneficios de la actividad física para nuestra salud mental... ¡ya sea una larga caminata, un paseo en bicicleta o un entrenamiento en casa! Poner la actividad física en el centro de tus prioridades es una medida sencilla que todo el mundo puede tomar para cuidar su salud y bienestar. Y teniendo en cuenta todo lo anterior, es fácil ver cómo la actividad física puede ser una verdadera terapia, eficaz a cualquier edad y a cualquier nivel... Así que, ¿a qué esperas para volver a calzarte las zapatillas?
El deporte mejora el rendimiento mental
Los deportes de resistencia mejoran el transporte de oxígeno en el organismo y, por tanto, la oxigenación del cerebro, lo que optimiza la actividad cerebral.
El deporte infunde fuerza de voluntad y tenacidad
Los objetivos que nos fijamos en o a través del deporte rara vez son fáciles de alcanzar, y a menudo requieren perseverancia y paciencia. En cierto modo, esto también es cierto en la vida cotidiana: practicar deporte puede ayudarnos a avanzar con más serenidad cuando nos enfrentamos a problemas personales o profesionales, dándonos mayor confianza en nosotros mismos.
El deporte ayuda a dormir
No hay nada como un poco de actividad física para relajarse y aliviar el estrés de la vida cotidiana. Un buen cansancio físico es garantía de un sueño profundo y reparador.